Hola, mi nombre es Verónica y soy una de las alumnas del curso de Azafatas y Auxiliar de Congresos.
Aunque sea solo mi cara la que ven aquí arriba, lo cierto es que me gustaría que se imaginasen a mis compañeras a mi lado. Ellas son Patricia, Prado, Elena, Mª Del Mar, Marta, Silvia, Susi y Rosario.
Quisiera poder transmitirles en este pequeño espacio de tiempo lo que para cada una de nosotras significa la palabra AZAFATA, y porque hemos elegido este curso.
El otro día nos hicimos esta pregunta y al margen de las pretensiones de cada una, creo que todas vemos con mejores ojos eso de ser azafata. En este momento somos nueve personas, nueve mundos distintos y nueve futuros distintos. Algunas de mis compañeras tienen claro que van a hacer de este curso su profesión, para otras, es un trampolín que les permitirá acceder a sus sueños y otras intentarán vivir de esto algún tiempo.
Como verán, a eso de ser azafata aún le queda un largo camino por recorrer.
Si en algo coincidimos todas es que ser azafata no es lo que parece. Detrás de esa cara bonita, esos modales encantadores, esos cuerpos Danone y esa agradable voz en Off que nos anuncia un café, se esconden horas y horas de trabajo.
La azafata no es una modelo, no es una intérprete, no es una camarera; la azafata es todo eso a la vez; es una actriz que interpreta un papel con cinco o seis registros distintos a la vez......¿ se imaginan una profesión más completa que ésta?.
A las azafatas de este curso nos gustaría reivindicar que no somos floreros, que existe mucha desinformación sobre esta profesión y, que hoy, azafata es sinónimo de calidad.
En la mayoría de las profesiones, los puntos de apoyo son un PC, libros, gráficos o cartabones mientras que cuando trabajamos de cara al público, la base es precisamente esa, el público. Aunque esto parezca pura improvisación por lo diferentes que todos y cada uno de ustedes puedan ser, al final, nuestro comportamiento, nuestros modales y nuestras reacciones también se pueden prever, organizar, y modificar. Y esto lo conseguimos con trabajo, esfuerzo y cultura. De esta forma ustedes reciben lo que pretendemos, comodidad, eficacia y organización.
Así que cuando sean ustedes el público de un Congreso, una Jornada o un torneo de Golf, ¡ por favor! Miren a las azafatas. Fíjense en esa profesional que les atiende y denle las gracias con una sonrisa...... entonces comprenderán por qué hemos elegido esta formación.
Personalmente no se si algún día llevare una acreditación que ponga azafata pero si ocurre, recibirán de mí ilusión, calidad y dignidad en mi trabajo. No puedo evitar que me guste trabajar con el público, con ustedes y eso de ser azafata es mi mejor conclusión.
Gracias.